Hola a todos!!!
Lo primero de todo, sigo agradeciendo a todos los que seguís el blog y me lo haceis saber por cualquiera de los métodos que usais para ello (u know: facebook, correo, skype...).
Esta semana ha sido bastante completita en cuanto a trabajo. Por fin empiezo a ver pacientes!!! Lo he estado viendo con otros compañeros, pero a partir de esta semana que entra ya empiezo yo solo. Básicamente tengo que hacer primeras entrevistas, pero bueno, se dan pautas y se señalan cosas casi desde el principio, así que...
En cuanto a la formación... sigue siendo genial!!! Terapia de familia en directo con espejo unidireccional, seminarios sobre el impacto de la migración sobre la persona, supervisión de casos, curso de terapia dinámica breve, conferencias semanales, clases especiales para residentes, y a partir del martes un cursito del sistema público americano y la función del psicólogo aquí, que la verdad es un poco lío... Total, que estoy encantado, e intentando absorber todo el conocimiento posible, aunque es difícil.
El otro día en Bellevue asistí a algo que me impactó bastante. Bueno, el Bellevue es gigante, y tiene de todo. Incluso un juzgado. Y es que aquí, cuando quieren hacer un ingreso involuntario, o quieren someter al paciente a un tratamiento ambulatorio involuntario (aquí se puede hacer eso) no va el juez a la planta y firma, como pasa en España, sino que al paciente le llevan al juzgado este, que es completito (con fiscal y con defensa, con policías... incluso con una taquígrafa que parece tía Mildred), y le permiten defenderse. Lo que en principio se puede ver como "En este país todo el mundo tiene derecho a una defensa justa" se convierte en un espéctaculo dantesco, que consiste en exponer al paciente delante de todo el mundo (los juicios son públicos) para que se observe perfectamente el grado de deterioro de éste. Además, todo es una pantomima, porque de todos los casos que ví ese día, en ninguno de ellos se tuvo en cuenta lo que decía el paciente... Un show, de verdad. A mí me levantó hasta mal cuerpo.
El resto de la semana normalita. Bueno, el miércoles, después del curro nos fuimos a tomar algo al Keybar, que es un bar que está al lado del trabajo. Una vez allí nos entró hambre, y fuimos a un bar ESPAÑOL (sí, sí, español de España... que aquí te ponen Spanish en la puerta, y lo que te encuentras son tacos, fajitas y yuca por un tubo) y estuvimos tapeando (jamón, chorizo, pulpo...) mientras bebíamos sangría. Seguramente no es ni el mejor jamón ni el mejor chorizo que he probado, pero a mí me supo a gloria (otro símbolo más de la añoranza que siento hacia mi país, y hacia todos los que vivís en él y he tenido la suerte de conocer). El sitio se llama "Xunta" (homenaje a Ana Pérez y Rocío... jejeje). Y ya puestos, después de esto nos fuimos a tomar una copa a un bar que está en la 14, entre la 2ª y la 3ª avenida, que se llama Beauty Bar. Impresionante. Resulta que era una peluquería, y ahora sirven copas, pero no han quitado nada de lo que había. Es divertido tomarse un whisky sentado al lado de un secador de pelo de los de las peluquerías. Además, tenía zona para bailar, y ponían música de los 80. Estuvo guay! (por cierto, aquí la gente se sabe las canciones en inglés, y no las chapurrea, sino que pronuncia todo fenomenal... jajajaja).
Este fin de semana he estado en una fiesta a la que me invitó una compañera de curro, en la que casi todos los invitados eran puertorriqueños. Estuvo genial, y además tengo la sensación de que estoy conociendo a muchísima gente con culturas muy distintas a la nuestra, que no hubiera podido conocer de otra manera. Esto está siendo una experiencia increíble, de verdad.
Y hoy es la noche de los Oscars. Al principio iba a haber ido a alguna fiesta, que aquí se hacen varias para ver la gala, pero es que el día está horroroso. Hace mucho frío, y además un aire terrible. Éncima lloviznea. Total, que después de estar un rato buscando fiestas, llamando a gente, y toda la leche... me he quedado en casa. Bueno, ha sido algo más complejo. He quedado con Jordan para ver la gala en un bar, me he acercado hasta el sitio (como una hora en llegar... ya os contaré otro día la aventura del metro en NYC los fines de semana), y cuando he llegado me han pedido el ID. Enseño mi carnet de españolito, y me dicen que si no llevo el pasaporte nada. Evidentemente, nunca llevo el pasaporte, porque en él está mi visado, y no me puedo arriesgar a perderlo. Así que, con las mismas, me he vuelto a mi casita, y he visto parte de la gala en casa. Ha ganado Pe!!! (es lo único que vale de la peli para mi gusto).
Esta semana no he hecho muchas fotos interesantes (tengo una en la puerta de Xunta, pero no es gran cosa, la verdad), así que pongo una de la semana pasada: Es una foto del lago de la reserve de Jaqueline Kennedy, en Central Park. Sí, está congelado. Lo que se ve al fondo es el Upper West Side.
Seguiré informando!!!
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